Cómo la endometriosis afecta la convivencia con mascotas

Publicado el 9 de marzo de 2025, 16:12

Tener mascotas es una de las cosas más bonitas que existen, pero cuando vives con una enfermedad crónica como la endometriosis, a veces puede ser desafiante. Entre el dolor, el cansancio y los síntomas inesperados, mantener la rutina de cuidado de un perro o un gato no siempre es fácil. Aun así, su compañía hace que todo valga la pena. Hoy quiero compartir mi experiencia sobre cómo la endometriosis ha afectado mi vida con mis mascotas y algunos consejos que pueden ayudar si estás en una situación similar.

Como persona con endometriosis, sé lo difícil que puede ser lidiar con los síntomas mientras intento mantener una vida normal. En mi caso, he notado que reducir el consumo de ciertos alimentos y priorizar el descanso en los días más intensos hace una gran diferencia. 

Vivir con endometriosis no es fácil. Hay días en los que el dolor me deja sin fuerzas, en los que siento que mi propio cuerpo me traiciona. A veces, la frustración me gana, sobre todo cuando veo que, a pesar de mis esfuerzos, los síntomas siguen ahí. He probado muchas cosas para aliviarlo, algunas han funcionado y otras no tanto, pero si algo he aprendido es que cada cuerpo es diferente y lo que ayuda a una persona puede no ser lo mejor para otra.

Mis peores días son los momentos mensuales de menstruación, que es cuando más me duele y mas me inflamo. En esos días, tener que sacar de paseo a Ciru, mi preciosa Setter Inglés, se convierte en un querer y no querer, en un parece que no puedo, pero al final lo hago.

Los paseos son más suaves, algo más cortos y sin apenas estímulos para ella. Me da mucha pena que sean así, pero sé que cuando estoy en plenitud, sin síntomas, los paseos son lo que tienen que ser, lugares que ella considera de caza y sinceramente ¡me encanta!

Cuando la endometriosis dificulta la convivencia con mascotas

La endometriosis no solo causa dolor, también trae consigo fatiga, inflamación, problemas digestivos y momentos en los que el cuerpo simplemente no responde. Todo esto influye en la manera en que podemos cuidar de nuestras mascotas.

 

  • Días de dolor y fatiga: Hay días en los que levantarse de la cama es todo un reto. Si tienes un perro que necesita paseos diarios o un gato que demanda atención, puede ser complicado mantener sus rutinas cuando tu energía está en su punto más bajo.
  • Limpieza y cuidados: Areneros, pelos por toda la casa, baños ocasionales... Todo esto requiere esfuerzo físico, y cuando el dolor es intenso, estas tareas pueden sentirse imposibles.
  • Cambios en la rutina: La endometriosis es impredecible, y eso a veces altera los horarios de alimentación o juego de nuestras mascotas.
  • Impacto emocional: La frustración y el estrés por no poder hacer todo como quisieras pueden afectar tu relación con tu mascota.

El lado positivo: cómo las mascotas ayudan a sobrellevar la enfermedad

A pesar de las dificultades, vivir con una mascota cuando tienes endometriosis también tiene grandes beneficios.

  • Compañía y apoyo emocional: En los días malos, su presencia es un consuelo. A veces, el simple hecho de tenerlos cerca ayuda a sobrellevar el dolor y la tristeza.
  • Mantienen una rutina saludable: Aunque no siempre es fácil, saber que alguien depende de ti te motiva a moverte, aunque sea un poco.
  • Reducen el estrés: Estudios han demostrado que el contacto con animales disminuye el estrés y la ansiedad. El ronroneo de un gato o el cariño incondicional de un perro pueden hacer que un mal día sea un poco más llevadero.

Consejos para sobrellevar la convivencia con mascotas y endometriosis

Si tienes endometriosis y mascotas, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a manejar mejor ambas cosas:

  • Adapta tu entorno: Usa accesorios que faciliten el cuidado, como comederos automáticos, areneros autolimpiables o juguetes interactivos para mantener entretenidos a tus animales cuando no puedas jugar con ellos.
  • Pide ayuda cuando la necesites: Si tienes pareja, familia o amigos cercanos, no dudes en pedirles apoyo en los días más difíciles.
  • Crea una rutina flexible: Intenta establecer horarios que puedas seguir la mayor parte del tiempo, pero sin castigarte si un día no puedes cumplirlos.
  • Autocuidado sin culpa: Recuerda que está bien tomarte un descanso. No eres una mala dueña por no poder jugar o pasear a tu mascota un día. Ellos te aman igual.

Conclusión

Vivir con endometriosis y tener mascotas es un reto, pero también es un regalo. A pesar de las dificultades, su amor incondicional hace que todo valga la pena. Si estás en una situación similar, espero que estos consejos te ayuden a encontrar un equilibrio. Y recuerda: está bien pedir ayuda y adaptarte según lo necesites.

 

¿Tienes endometriosis y mascotas? Me encantaría leer tu experiencia en los comentarios.

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